Es cierto que siempre la afición del equipo de Nervión, ha pecado de exceso de exigencia, y aveces ejercer una crítica feroz sobre su club, excediéndose, pero en este momento se critica con razón.
Aunque muchos coinciden en que el entrenador ya no es culpable de esta situación, la realidad es que el equipo da peores señales que con Mendilibar. Con el vasco el equipo competía y el otro día en Vigo daba sensación de haberse caído por completo.
Víctor Orta quiere dar continuidad a Diego Alonso incluso si pierde los dos encuentros previos al parón de selecciones, mientras que el hombre fuerte en la dirección del club, Del Nido Carrasco, daría otro giro más al timón y traería a alguien que conociera la casa.
Los dos nombres que maneja aparte de Joaquín, son los de Pablo Alfaro y Juande Ramos. Ambos llevan tiempo sin entrenar, pero conocen la casa, a varios de sus jugadores, y ambos tienen dotes de manejo de vestuarios.