El Sevilla FC volvió a caer derrotado en el día de ayer en el Ramón Sánchez Pizjuán, esta vez el Alavés fue quien aprovechó la falta de confianza del equipo de Quique Sánchez Flores y sobre todo la ausencia de concentración en las acciones a balón parado.
El equipo sevillista está en problemas, es la realidad, tiene muy mala pinta y los sevillistas asumen que será muy complicado jugando así y con esos errores, seguir en la máxima categoría del fútbol español. Es muy triste decirlo pero en estos momentos, es uno de los candidatos a descender.
En una derrota como ayer, es difícil que alguno se salve de la crítica, todos son en parte culpables, pero el sevillismo señala sobre todo a tres jugadores en la derrota.
Rakitic es el primero de ellos, su primera parte fue lamentable, un auténtico bochorno. En la previa del encuentro nos hacíamos eco de una información de Víctor Fernández, que estaba equivocado, asumiendo nosotros el error por supuesto, en la que se decía que iba a salir de los onces, pero no fue así. Si ritmo ya no le da para la élite, y tiene que dar un paso a un lado, o más bien obligarle a que lo dé.
Oliver Torres, no le faltan ganas, ímpetu y actitud, será de los jugadores que más corren y más luchan, pero su aportación en ataque y en defensa es nula. No es capaz de irse de jugadores, chutar, dar pases definitivos o robar balones, es completamente intrascendente partido tras partido.
Dmitrovic, no para un solo balón. Esta bajada de nivel del Sevilla, también está influenciada por la marcha de Bono y la perdida de calidad en la portería. Sorprende mucho que con las lesiones de Nyland y el bajo rendimiento de Dmitrovic, no se vaya al mercado.