García Pimienta está relativamente satisfecho con lo que por ahora le han traído desde la dirección deportiva. Le ha encantado el refuerzo Peque Fernández, jugador que ya conocía de su época en la cantera del Fútbol Club Barcelona.
Evidentemente también con la llegada de Saúl Ñíguez, un futbolista que ni mucho menos esperaba que pudiera llegar al Sevilla, con la situación económica que le habían contado que estaba la entidad.
Aunque la relación es bastante buena entre la dirección deportiva y el técnico barcelonés, él es exigente y le está siendo muy sincero a Víctor Orta, sobre ciertas posiciones que considera que no están para nada bien cubiertas.
La principal es el centro de la defensa, ya que considera que hay algunos futbolistas que no encajan con su juego. Marcao es descarte del propio Pimienta y del club, además ve a Gudelj más de un centrocampista de contención quedó un central.
Ha transmitido al club que sería muy importante firmar a un futbolista que alterne la contundencia con el buen manejo de balón en esa zona del campo. Además reclama un mediocentro creador, considera que no hay un perfil de futbolista para llevar la batuta del juego, para entendernos un Alberto Moleiro o en un ejemplo sevillista, Banega.