El partido de ayer en el Ramón Sánchez Pizjuán hace un fiel reflejo de la situación del equipo y de los jugadores del actual plantel. Jugadores agotados, con molestias, y con una falta de confianza brutal por los malos resultados.
Varios jugadores están al límite, en lo mental y en lo físico. Loïc Badé por ejemplo, debería haber estado algo más de reposo, no está al 100% y la lesión no está superada del todo, ayer tuvo que forzar y la zona donde tiene molestias, es muy cercana al tendón, con riesgo de rotura.
Marcao aún no está listo, se creía que llegaría al duelo frente al Getafe, pero si se le fuerza más de la cuenta en los entrenamientos, su bicep femoral sufre. Se intentará que se reincorpore para la semana que viene al grupo.
Nianzou todo indica que tiene una rotura, estará algunas semanas fuera.
Si Acuña no fue titular en la final de ayer frente al Almería, es porque sufre bastante fatiga muscular y tiene que dos dosificarse.
Joan Jordán con la baja de Fernando y de Pape Gueye, está teniendo que hacer un sobreesfuerzo que le ha pasado factura. Ayer acabó literalmente muerto y con unas molestias.
En-Nesyri ya aviso Jorge Sampaoli, está al borde de romperse, y el bajo nivel de Rafa Mir, está haciendo que lo tenga que jugar prácticamente todo. Hay un riesgo real…
La buena noticia está en la portería, Bono avanza en su recuperación, no fue ninguna tontería el golpe de ayer, que lo dejó inconsistente y esta semana descansará en casa. La portería está bien cubierta.
En conclusión, el Sevilla vive en el alambre y esto no para, el jueves tendrá un partido muy difícil en el infierno turco, con muchos jugadores al límite competitivo y físico.