Los primeros meses de Víctor Orta como director deportivo de la entidad sevillista, están siendo un auténtico calvario. El director deportivo venía con la difícil misión de sustituir a quizás el mejor director deportivo del mundo, y teniendo un superávit de jugadores impresionante.
Culpar a Víctor Orta de la situación actual del equipo, sería algo injusto, aunque si es el culpable de la contratación de Diego Alonso y de mantenerlo en el puesto cuando era evidente que no iba a ser capaz de ganar un partido.
Ese fracaso lo admitió públicamente, en la rueda de prensa de presentación de Quique Sánchez Flores, pero de puertas para adentro admite un fracaso más en uno de los fichajes.
Hablamos de Mariano Díaz. Aunque el coste del fichaje es muy pobre, ya que tiene un salario prácticamente de canterano, ocupa una ficha y está siempre lesionado. El futbolista de origen dominicano no ha marcado un solo gol en los pocos partidos que ha estado disponible.
A todos nos parecía una opción arriesgada, no en lo económico pero si en lo deportivo ya que se ha llevado 4-5 años sin jugar apenas en el Real Madrid, teniendo opciones para salir y prefiriendo seguir cobrando mucho dinero sin tener minutos.
Ahora el Sevilla ya lo tiene en la lista de posibles rescisiones, aunque el coste de su ficha es escaso, no andan precisamente sobrados de sitio, y Quique Sánchez Flores quiere más jugadores de ataque. El propio Víctor Orta sabe que se ha equivocado y así lo transmite.