El Sevilla FC consiguió ayer un empate valioso en el estadio del Real Betis Balompié. Lo cierto es que los béticos tuvieron más el balón y más el control, pero el equipo rojiblanco sabe lo que hace, le gusta estar arropado atrás y esperar su oportunidad.
Pudo ser un guión previsible, el Betis era el protagonista, y el Sevilla usaba las contras y las jugadas a balón parado para hacer daño. Los planes se trastocaron tras la lesión de Isaac Romero, pero finalmente se empató con un cabezazo espectacular de Kike Salas.
Una vez que el Sevilla FC ya está salvado, no matemáticamente, pero sí de forma virtual, de hecho puede confírmalo la próxima jornada en su casa frente al Granada, en el vestuario cierran filas respecto a Quique Sánchez Flores.
Los pesos pesados, Sergio Ramos, Jesús Navas, Ocampos, Acuña, aunque algunos pueden que se marchen, consideran que Quique debe continuar, se lo merece, se ha ganado el respeto del vestuario, poniendo orden en lo que era una casa de locos, y transformando a un manojo de jugadores desperdigados por el campo, en un equipo de fútbol competitivo.