El Sevilla FC se encuentra en una crisis institucional, deportiva y económica, nunca vista en los últimos 20 años en Nervión, y es que sus dirigentes están realizando una muy mala gestión en los últimos meses.
Desde hace tiempo se están tomando decisiones de forma incorrecta, esto viene de la época de Monchi. Primero manteniendo a Julen Lopetegui cuando ya era una etapa que había finalizado, la contratación de Sampaoli, mantener a Mendilibar cuando no se confiaba en él, el asunto de Sergio Ramos y por último la contratación de Diego Alonso, quizás la peor de todas.
Existe una realidad, que duele mucho al sevillismo en estos momentos, y es que muy pocos técnicos están dispuestos a llegar al equipo rojiblanco, ya que es un polvorín. Inestabilidad total y tensión en todos los estamos de la entidad, nada atractivo para técnicos consolidados.
Lo que si os podemos contar, que tres técnicos estarían dispuestos a coger al Sevilla FC ahora mismo, si se les llamara, ya tendrían el chándal puesto.
Uno de ellos, obviamente, es Joaquín Caparrós, aunque el club no lo valora como una opción, no quiere ponerlo en el compromiso ahora mismo y que pueda provocar algún problema en su salud. Es consciente de que el puesto de entrenador del Sevilla FC es ahora mismo un trabajo de riesgo.
Manolo Jiménez, ahora mismo trabajando para Cerro Porteño, dispuesto a fajarse y trabajar para el club al que ama.
Quique Sánchez Flores, la opción que más gusta, sería algo más exigente que los dos anteriores, pero no demasiado, entraría dentro de las posibilidades económicas del Sevilla y se adaptaría a la plantilla que hay.