El Sevilla FC está viviendo uno de los momentos más complejos de su historia reciente, en una crisis de juego, resultados e identidad bastante importante.
Hay muchas teorías sobre de donde vienen los problemas del equipo, teniendo una plantilla completa, con jugadores de primer nivel y habiendo pasado por aquí, cuatro entrenadores en los últimos meses.
Una de las hipótesis es que la culpa es de los jugadores, que son los que al final y al cabo, destituyen a los entrenadores. Después de varios años, la idea de Lopetegui ya no calaba en el plantel y no quedó otra que destituirlo.
Sampaoli acabó también, destituido por los propios jugadores, que rajaban de él tras los partidos, igual pasó con Mendilibar, a los hombres importantes del vestuario no le gustaba que les señalara públicamente.
Ya contó Rafael Almansa de ‘Deportes Cope Sevilla’, que uno de los hombres que estaba provocando problemas con los entrenadores, era Marcos Acuña, y así lo hemos podido confirmar, es un hombre muy fuerte en el vestuario y no crea buen clima. Diego Alonso captó su importancia nada más llegar y quitó a Pedrosa que estaba mucho mejor.
El otro nombre es Dmitrovic, el portero serbio no lleva nada bien su suplencia y no ayuda en la creación del buen ambiente, y se estaría borrando de ciertos partidos, como hizo con el de Copa del Rey, en el que supuestamente tenía unas molestias en un dedo…