El Sevilla se está convirtiendo en un lugar para jugadores que quizás no pasan en su mejor momento profesional o anímico y recuperar su nivel, como un lugar de retiro o de limpieza espiritual.
Lucas Ocampos se fue al Ajax, y no jugó prácticamente nada, vuelve a Sevilla y es de los mejores del equipo cada partido, con un nivel físico y mental superior al resto.
Bryan Gil, vuelve a Sevilla después de su experiencia fría en Londres y encuentra su mejor fútbol.
Qué decir de Pape Gueye y de Loïc Badé. El primero llegó fuerte pero las expulsiones le están lastrando, aún así es un jugador que gusta en Nervión y que está feliz aquí, titularísimo el domingo frente al Villarreal.
Badé llegó para ser el mariscal de la defensa, quizás el fichaje más importante del último año. Ha dado fiabilidad y estabilidad a la defensa sevillista, que con Mendilibar ya no recibe tantos goles.
Pape Gueye dijo esto en ‘Canal + África’:
«No me gustó mi tiempo de juego en el Olympique de Marsella. Luego apareció el Sevilla FC y, para mí, fue algo extraordinario. Ya veremos, cuando termine este préstamo, si tengo que quedarme aquí en Sevilla, volver a Marsella o ir a otro lado».
«Cuando llegó el mercado de enero me dije que tenía ante mí seis meses para mostrar mis cualidades, para demostrarme que soy capaz de jugar en clubes grandes. Por eso vine al Sevilla FC, para jugar junto a los grandes. Estoy muy contento. No me gustaba mi tiempo de juego en el OM. El Sevilla FC expresó su interés en mí y, para mí, está siendo algo extraordinario».
Mientras que Loïc Badé expresó su interés en quedarse en Sevilla:
«Estoy muy bien. Me siento bien en el campo y con mis compañeros. De la ciudad me gusta la gente, la comida, el tiempo… Me gusta todo de Sevilla».
«¿A Monchi? ¿Lo dices por la cláusula? Yo estoy muy bien aquí, pero Monchi es el jefe».