El Sevilla no levanta cabeza, los resultados no acaban de llegar en Nervión, y ya muchos echan de menos a Mendilibar.
El análisis de muchos periodistas cuando el entrenador vasco fue destituido, es que se habían precipitado. El equipo no había realizado malos partidos en Barcelona, en Eindhoven y parecía que estaba cogiendo poco a poco el tranquillo al equipo, sin embargo decidieron despedirlo.
La decisión de traer a un entrenador como Diego Alonso, sin experiencia en la liga ni en Europa, fue muy cuestionada y por ahora da la razón a aquellos que dudaban.
Víctor Orta habla en ‘The Guardian’ sobre el banquillo del Sevilla FC:
«La primera página del manual del director de fútbol es: cuando las cosas no van bien, despedir al entrenador».
«Es justo? No. No, no es justo. ¿Son ellos los únicos culpables? No. Son los jugadores, la junta directiva, los directores, el entrenador en jefe, el personal. Pero es la única manera de intentar cambiar. A veces funciona, a veces no. Pero estoy seguro de que para que este club crezca necesita estabilidad con el entrenador».
«Espero, también para mi futuro, que Diego sea la respuesta, que pueda estar aquí tres o cuatro temporadas y crear un legado, la estabilidad que este club necesita. Si no, entonces es realmente difícil».