Hay un antes y un después en la historia de los derbis sevillanos. Después de varios años de estabilidad y de buenas relaciones, este enero, se produjo el famoso lanzamiento del palo que dividió tanto a los aficionados como sobretodo a los mandamases de los clubes hispalenses. Los momentos posteriores al lanzamiento, unos defendiendo que su jugador fue agredido y otros intentando demostrar que hicieron teatro, esto provocó una brecha importante entre dichas directivas.
Después de un tiempo de reflexión, llegaba este derbi, a priori más tranquilo, pero nada más lejos de la realidad. Según ambas versiones, la tensión estuvo presente desde la llegada de Monchi al Estadio Benito Villamarín, hasta que se fue. Unos cuentan que fue provocado por consejeros béticos, otros que era Monchi quien estaba provocando tanto a la afición con gestos y comentarios inapropiados de su cargo.
El Real Betis ha decidido no volver a invitar a Monchi al palco, así se lo ha transmitido Ángel Haro a Pepe Castro. El Sevilla no considera aún que sea oficial y creen que es un calentón.
También está el tema del tifo, y la denuncia del Sevilla FC por considerarlo que incentiva a la violencia.
Informan en ‘Canal Sur Radio’, que las relaciones están complemente rotas, a la altura de momentos como cuando estaba José María del Nido y Manuel Ruiz de Lopera. Y que si nadie la echa al suelo, es muy posible que ocurra cualquier desgracia en un derbi, en una sociedad que ya de por sí, está bastante crispada.