Loïc Badé, un desconocido para muchos, conocido para otros entendidos de la Ligue 1, llegó al Sevilla FC sin hacer nada de ruido, después de las dudas de los aficionados y analistas de fútbol ya que su paso por el Nottingham Forest había sido un desastre tras no jugar nada con el equipo Premier.
¿Qué vas a pensar de un jugador que no juega en un equipo de la parte de abajo de la liga inglesa? Pues que por algo será, además de ser un central cedido de un equipo de media tabla de la Ligue 1, el Stade Rennes. Es totalmente comprensible que se dudara del fichaje.
Pero la realidad es otra, Loïc Badé es de esos futbolistas que entró por el ojo desde que pisó el terreno de juego, es así de sencillo. Es cierto que el Sevilla venía de un rendimiento defensivo muy malo y que la gente se conformaba con que sus centrales no salieran en la foto, pero Badé le da mucho al Sevilla.
Lo primero es temple, es de esos jugadores que lo miras y siempre tiene el mismo rostro, no se muestra frustrado, enfadado, nervioso. Juega muy bien el balón desde atrás y no le quema, avanza sin problemas evitando lineas rivales, va muy bien por alto y siempre está en su sitio. Además una característica que muchos centrales ya no tienen, no tiene miedo a pegar un bendito pelotazo.
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Todo este cóctel unido a su juventud y concentración en el juego, hace que el Sevilla ya estén ‘juntando moneditas’ para hacerse con el central francés.
En el club y más concreto en la dirección deportiva creían en él y más ahora que está dando un gran rendimiento. Una vez que se aleje algo más del descenso y se vea la situación más tranquila, el Sevilla abonará los 12 millones de euros para hacerse con el futbolista.